UNA BODA AL AIRE LIBRE
Carol y Roberto se casaron el pasado mes de Mayo. Cuando quedamos con ellos, teníamos claro que iba a ser una boda llena de detalles y muy cuidada, ya que Carol esperaba este día con mucha ilusión desde hacía tiempo. "Llevo años diseñándola y creándola en mi cabeza, así que me encargué de todo..." nos cuenta.
Ellos eligieron el modelo de flores de PLUMITA, con letra clásica. Les hicieron en el mismo "azul Thiffanys" un sello con sus iniciales.
La diseñadora del vestido fue Paloma Cerezal En el tallerle plasmó la idea que Carol quería,desde el primer momento le dio mucha seguridad. Tenía claro que sería ella.
Los zapatos llegaron el día antes de la boda, no encontraba "los zapatos", hasta que encargó unos Jimmy Choos, que al final quedaron perfectos con el vestido.
Los pendientes era una joya antigua de su tía abuela, de oro blanco y diamantes. Hizo que todos los complementos combinaran con ellos.
Para encontrar la tiara tardó, ya que quería que fuera en consonancia con los pendientes. Al final en Ani Burech. (Cherubina ) eligió un modelo sencillo, elegante, que adaptaron al tono de los pendientes. Carol quedó encantada con la ayuda de Pipa.
A nosotras nos encanta como trabajan Lucía y Ana, hacen unos tocados ideales.
El anillo de pedida es de Tiffany, casa de joyas que admira desde siempre, por lo que aquel día fue como un sueño. Las alianzas de la boda eran de Suárez.
realizó este precioso ramo
con el que Carol quedó encantada.
El traje del novio fue confeccionado en Sastrería Guzmán,
en Málaga, de dónde es Roberto y dónde
han pasado muchos veranos juntos.
Querían una boda al aire libre,
ya que en Mayo en Sevilla es perfecto por la temperatura
y en el jardín de la Hacienda El Loreto la celebraron.
ya que en Mayo en Sevilla es perfecto por la temperatura
y en el jardín de la Hacienda El Loreto la celebraron.
"Para mí ir del brazo de mi padre y salir del salón de la hacienda El Loreto donde estaban todos los
invitados fue una sensación espectacular, hacía realidad un sueño desde pequeña y no me podía
creer que lo estuviera viviendo en carne y hueso! Además, teniendo familia en Colombia, vinieron
mi abuelita y mi hermano, con lo cual la emoción era plena." Nos cuenta Carol.
Carol se encargó de todo los detalles, ahora reconoce que
con la ayuda de una wedding planner hubiera estado más tranquila para la
organización de ese día. Por eso después de lo aprendido ha creado su empresa
Prüsia, dónde se dedica a ayudar a todos los novios con miles de ideas, y sobre
todo darle tranquilidad para ese día tan especial.
Las flores las eligió junto con una de las chicas que lleva
la hacienda en un vivero, y ellas se encargaron de los centros de mesa, que
quedaron ideales.
El
catering lo sirvió Alberto Mejías, pusieron un cóctel con buffet de sushi,
rincón marroquí, barra de mojitos y caipiriñas... con el fín de hacer una boda
relajada y al aire libre la mayor parte del tiempo. Y luego un plato y postre
en el salón para cargar pilas para la fiesta.
Música en la boda no faltó. El padre de Carol, al ser
catedrático de flauta del conservatorio, la asesoró muy bien con el grupo de
cuerda y flauta,
así como también con el grupo de jazz Elegant Music.
que transformaron completamente la fiesta.